La arena del filtro, con el paso del tiempo y el uso, pierde capacidad de filtrado ya que su superficie se desgasta. Hay muchos aspectos afectan su rendimiento: la dureza del agua, el cuidado del equipo, la falta de retrolavado o el uso de tratamientos químicos con sulfato de cobre (pastillas multi acción).
Por esto, se recomienda cambiar la carga filtrante con una periodicidad de entre 3 y 5 años. Aun así, hay 5 señales que pueden indicar que debe realizarse antes de tiempo. Debés estar atento a:
- Aumento del tiempo de filtrado
Si el agua de la piscina está turbia y debemos aumentar el tiempo de filtrado habitual para conseguir la claridad deseada, es momento de un cambio.
Dejar el filtro más tiempo en funcionamiento es solo una solución temporal que aumenta el consumo energético.
- Incremento de la presión del filtro
Un aumento constante (identificable en el manómetro), es un signo común de que la carga filtrante está obstruida con partículas y necesita ser reemplazada.
- Agua turbia o sucio
Si el agua de la piscina está turbia, a pesar de un funcionamiento adecuado de la bomba y el filtro, es posible que la carga filtrante ya no esté reteniendo las impurezas.
- Filtración ineficiente
Si notas que las partículas no se eliminan adecuadamente del agua, incluso después de lavar el filtro, es un indicio de que la carga filtrante debe ser reemplazada.
- Olor desagradable o sabor anormal
La presencia de un olor desagradable o un sabor anormal en el agua de la piscina son signos del agotamiento de la carga filtrante.
Es importante destacar que la frecuencia de reemplazo puede variar según las condiciones específicas de tu piscina como la calidad del agua, la cantidad de uso y las condiciones ambientales. ¡Descubrí como hacer el cambio haciendo clic aquí!
Ante algún tipo de inconveniente al operar el equipo, recomendamos solicitar la visita de un técnico especializado.
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